La mañana de este lunes el gobierno dominicano inició las deportaciones en 33 hospitales del país que suelen ser frecuentados por embarazadas haitianas, con la finalidad de deportados cuando no tengan sus documentos.
En este sentido, la hermana de una haitiana embarazada en condición irregular denunció que mientras subían a su pariente a la autobús de Migración, ésta iba «sangrando y botando agua», ya que había roto fuente.
El director de Migración, Lee Ballester, primero negó está información y luego reculó. En redes sociales y otros ámbitos han calificado la situación de inhumana, mientras otros se muestran de acuerdo con la medida.